Durante décadas hemos observado como en muchas zonas ganaderas del país se han venido deforestando zonas importantes para convertirlas en un monocultivo de pastos, todo esto con el fin de alimentar nuestros ganados. Los profesionales que llegamos a las haciendas nos vemos avocados a recurrir a toda clase de herramientas para tratar de sobrellevar el paradigma de ser productivos en condiciones ambientales adversas.
Muy recurrentemente observamos como se toman medidas de choque para mejorar la producción: como el uso de suplementos minerales, mejoramiento de pastos, el uso de hormonas... por mencionar solo algunas. Nos olvidamos de que nuestros animales son productivos siempre y cuando tengan unas condiciones de confort adecuadas, esto depende obviamente de muchos factores ya que existen razas diferentes, condiciones de humedad relativa propias de cada zona y dietas determinadas que influyen directamente en las condiciones que cada hato ganadero necesita. Pero hay algo claro: existe una necesidad manifiesta de reforestación en casi el 100% de las ganaderias del pais.
Los planes de reforestación suelen ser costosos y llevar mucho tiempo, los cuidados con los árboles sembrados es ardua y el seguimiento durante los primeros años es vital para garantizar el exito del plan forestal. Existe para esto una opción interesante, barata y de rápidos resultados en comparación a los planes de refosrestación tradicionales, esta es la Reforestación por Regeneración Natural.
La reforestación por regeneración natural consiste en dejar que la naturaleza, propia de la zona, se regenere y se desarrolle de manera natural para luego ser seleccionada de tal forma que cumpla como herramienta se sombra, alimentación o de fertilización.
Quiero compartir apartes de mi experiencia con la Reforestación por Regeneración Natural desarrollada en el departamento del Caquetá, una zona ganadera con serios problemas de reforestación:
- Las quemas descontroladas para establecer nuevas pasturas son el primer escalón degradativo de nuestras explotaciones. Sin importar para nada la biodiversidad, sin tener un plan sensato de bienestar animal y sin pensar en las consecuencias de las quemas, el fósforo se transforma en la herramienta fundamental para su ganadería.
- Esto es lo que la ganadería tradicional nos ha dejado como herencia: monocultivos de pasturas, por lo general Brachiarias, donde las posibilidades de sombra, reciclaje de nutrientes o forrajes alternativos son escasos o inexistentes.
- En el mejor de los casos, estos potreros son "adornados" con algunas especies propias de las zonas pero que para el ganadero solo cumplen con una misión netamente embellecedora. Estas especies, por lo general palmas, no proveen de buena sombra a los ganados y su misión recicladora es bastante limitada.
- Cuando se tiene consiencia de que la regeneración natural es una opción válida y económica, el primer paso es desocupar los potreros seleccionados y dejar que la naturaleza empiece a regenerarce. Es importante que se realicen controles habituales de arvenses no deseadas que afecten de manera directa el crecimiento del forraje establecido. Todas las platas que tengan potencial forrajero, de sombra o recicladoras deben ser dejadas en la zona.
- Luego de que se exprese el potencial del potrero se deben seleccionar de manera manual las plantas que se quieren dejar en el potrero.
- Las bondades de los nuevos árboles en los potreros son evidentes: los animales se ven más limpios de ectoparásitos, las ganancias de peso son muy superiores en comparación a los potreros deforestados y la biodiversidad propia de la zona comienza a colonizar de nuevo nuestra explotación.
La ganadería es más que tener animales de genética sobresaliente, es más que tener pasturas vigorosas ó coleccionar la mayor cantidad de hectáreas que se puedan obtener. La ganadería se debe convertir en una empresa donde se tenga presente que debe existir un balance con el ecosistema, de lo contrario está destinada a desaparecer.
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